II

Y hoy, finalmente, la tormenta no me recordó a nada

Como si los vestigios de un pasado distante, en donde el sentir era algo real, se hubieran diluido en ella

Como si tu mundo y el mio fueran posibles paradojas entrelazadas por la incongruencia, siendo indivisible, incluso por nosotros 

Como si el solo recordar tu voz me trasladara a caminos inconexos

Pasadizos aparentemente paralelos que nunca volverían a cruzarse


Comentarios

Entradas populares de este blog

IV

Vete

¿Por qué escribo?