Presencia
Te prometí tantas cosas, que ya ni siquiera yo las recuerdo. Te quise tanto amor, que tuve que desgarrarme el pecho para dejarte ir. Soltarte era algo inevitable. Lo sé. Contigo mi vida era algo inolvidable. Que podía hacer más que sangrar versos de este dolor. En donde escribía con lujo de detalle tu presencia en mí. El brillo de tus ojos negros, los lunares de tu espalda. El vacío que dejaste en mi cama.